Errores que estropean una prenda de cuero (y cómo evitarlos)
Las prendas de cuero son una inversión. Atemporales, elegantes y resistentes, pero también delicadas si no se tratan con el cuidado adecuado. A veces, sin darnos cuenta, cometemos errores en su uso o mantenimiento que pueden arruinar su aspecto y reducir su vida útil. Desde Peletería Gabriel, queremos ayudarte a evitar estos fallos comunes y enseñarte cómo cuidar bien de tus prendas para que te acompañen durante muchos años.
A continuación, te contamos cuáles son los errores más frecuentes a la hora de tratar con prendas de piel… y, lo más importante, cómo prevenirlos.
1. Guardarlas en bolsas de plástico
Un error muy común. Las bolsas de plástico impiden que la piel respire y favorecen la acumulación de humedad, lo que puede provocar moho, manchas oscuras o incluso mal olor.
Lo ideal: Guardarlas en fundas de tela o algodón, que permiten la transpiración y protegen del polvo sin dañar el material.
2. Usar productos de limpieza inadecuados
El cuero no se puede tratar como una prenda normal. Limpiarlo con detergentes comunes, quitamanchas o incluso toallitas húmedas puede resecar la piel o alterarla irreversiblemente.
Lo ideal: Utiliza un paño limpio y ligeramente húmedo, o un limpiador específico para cuero. Si la mancha es importante, acude a un profesional especializado.
3. Exponerlas al sol o fuentes de calor
Tender una chaqueta de cuero al sol o secarla junto a un radiador es garantía de desastre. La exposición directa al calor puede cuartear, endurecer o deformar la piel.
Lo ideal: Deja que la prenda se seque de forma natural a temperatura ambiente, en un lugar ventilado y sin luz directa.
4. No hidratarlas
El cuero es un material natural que necesita hidratación para conservar su flexibilidad y suavidad. Si no se hidrata con el paso del tiempo, puede agrietarse o volverse rígido.
Lo ideal: Aplica cremas específicas para cuero una o dos veces al año, con moderación. Eso sí, evita este paso si la piel tiene acabados especiales, como metalizados. Ante la duda, consulta siempre a un experto.
5. Usar perchas inadecuadas
Colgar una prenda de piel en una percha de alambre o demasiado fina puede deformarla en los hombros o dejar marcas visibles.
Lo ideal: Utiliza perchas anchas y preferiblemente de madera. Si se trata de una prenda muy pesada, asegúrate de que tenga suficiente soporte.
6. No revisar las prendas durante el verano
Muchas personas guardan su ropa de piel y no vuelven a mirarla hasta el invierno siguiente. Si durante ese tiempo ha habido humedad, pliegues o cambios de temperatura, el daño puede ser difícil de reparar.
Lo ideal: Haz revisiones periódicas cada pocos meses, para asegurarte de que todo sigue en buen estado. Aprovecha para airearlas y comprobar que no hay manchas, pliegues o resequedad.
Cuida tu prenda de cuero como se merece
En resumen, evitar estos errores tan comunes puede marcar la diferencia entre una prenda que envejece con estilo… y otra que pierde su encanto antes de tiempo.
En Peletería Gabriel, llevamos décadas cuidando prendas de piel con mimo y profesionalidad. Si tienes dudas sobre cómo conservar una prenda o necesitas ayuda para limpiarla, repararla o guardarla correctamente, no dudes en visitarnos.
Estaremos encantados de asesorarte para que tu prenda te acompañe temporada tras temporada, como el primer día.
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